Un Nuevo Look

Te has dado cuenta como muchas veces un simple cambio de Look cambia todo tu humor,
te hace sentir diferente especial, más guapa.
¿Crees que se trata de un cambio radical? En realidad, la esencia no ha cambiado sigues siendo la misma por dentro, y tu entorno sigue inalterado, con los mismos problemas,
¿Entonces qué cambia la situación? ¿Se trata en realidad de cómo te ves a ti misma?
¿O cómo te ven otros? ¿Te importa tanto la imagen que proyectas?


Si alguien te preguntara hoy: ¿Te sientes feliz y realizada?  o ¿Te sientes tranquila y en paz?
¿Podrías contestar con sinceridad que si lo estás?
Posiblemente tienes respuestas afirmativas solo a preguntas como:
¿Te sientes ansiosa? ¿Deprimida? ¿Frustrada? ¿Cansada?


Seguro te consuelas a ti misma con la esperanza de alcanzar esa paz y felicidad algún día, un día que parece cada vez más lejano, un día en que esperas alcanzar ciertas metas y logros, estar en cierta posición laboral o económica, haber realizado viajes, conocido nuevos lugares, formado una familia, ese escenario perfecto que has creado en tu mente y en que cualquier resultado que no se asemeje al de ensueño resulta imperfecto y doloroso, o incluso se siente como un castigo.
O talvez estas apostando tu felicidad en alguien, en compartir tu vida con esa persona o en lograr que ese alguien esté orgulloso de ti.
O posiblemente ni siquiera te habías detenido a pensar hasta ahora en el origen de esa ansiedad,
talvez simplemente te encuentras insatisfecha con tu entorno y solo anhelas un cambio cuanto antes. Tu vida pudo haber caído en una rutina asfixiante, girando de una actividad a otra sin parar,
intentando torpemente realizar tus deberes académicos/laborales, sin dejar de lado tus quehaceres diarios, compromisos familiares, salidas con amigos, tu servicio, lo cual posiblemente deje poco o absolutamente nada de tiempo para ti, cada día lo inicias con menos fuerzas y con más compromisos rezagados.


Si te sientes identificada con una o todas las anteriores no estás sola, creo que todas nos hemos sentido alguna vez así, ya sea expectantes y ansiosas, presas del temor de que tus expectativas no sean satisfechas pronto o nunca, o cansadas de intentar algo sin éxito, estancadas con una esperanza que agoniza, y en que cada paso requiere de todo lo que te resta de tus energías.
Una pregunta más: ¿Estas completamente segura que lo que esperas y deseas te hará feliz,
y te dará la paz que ansías tanto, de forma permanente? Te aseguro que no, ¿quieres comprobarlo?
¿Recuerdas algo que anhelaste mucho, por demasiado tiempo? ¿Cuándo lo obtuviste adquiriste tanta paz y felicidad que no necesitas más ahora? Claro que necesitas más.
Somos insaciables por naturaleza, esos zapatos que tanto deseabas, era tan difícil elegir un solo color, que elegiste 2 pares del mismo estilo en diferente color, pero al ver a otra usando un tercer color, hubieras preferido haber elegido el color que no elegiste.


Anhelas los rasgos físicos de la artista del momento y secretamente te auto desprecias por no alcanzar el estándar de belleza de moda.
Cuando aún cuando a tus problemas de autoestima, inseguridades y temores, te enfrentas a problemas de la vida cotidiana, conflictos relacionales, familiares, económicos, posiblemente, te sientes caer en un vacío sin fin, tu mente se enfoca solo en el conflicto y en la búsqueda de una pronta resolución al mismo. ¿Notas en donde está el enfoque?
En ti misma. En tener el control de todo lo que te rodea, de forma que se satisfagan tus anhelos.
Invariablemente, ya sea si conoces mucho o poco de Dios. Incluso, si cuestionas su existencia, podrán surgir preguntas en tu mente. ¿Porque a mí? ¿Hasta cuándo?  ¿Qué mal hice para merecerlo?  ¿A Dios le importa? Y una de mis favoritas: ¿Dios es Real?
¿Si existe… porque no hace nada por mí, en esta situación?


Cada vez que pienso en una vida justa bajo situación extrema, en personas que tuvieron todo el derecho de reclamar a Dios por haberlos colocado en situaciones difíciles, vienen a mi mente María y José, los padres de Jesús, y seguro dirás que privilegio ser padres del Dios encarnado, pero ¿has reflexionado alguna vez en los papeles que les tocó cumplir?
Detente un momento a pensar, cómo sus acciones han impactado vidas a lo largo de la historia, ¿Qué hubiera pasado si uno de ellos hubiera decidido no cumplir con su propósito de vida? ¿Hubiera Jesús cumplido su propósito de vida? ¿Pueden ver algo en común en estas 3 vidas?
Los 3 pensaban en los demás antes que en sí mismos, y calculaban como sus acciones aun pudiendo ejercer sus propios derechos, afectarían al resto.


Pienso en María, siendo una adolescente llena de ilusiones y esperanza, próxima a casarse, si ante el anuncio del ángel, de que en su vientre se gestaría al Salvador, ella se hubiera enfocado en si misma y en sus sentimientos, como muchas veces, cada una de nosotras lo hacemos, hubiera pensado: en el temor al castigo de ese tiempo para la fornicación, es decir la muerte en la vergüenza    por su reputación dañada, siendo señalada como una cualquiera sin serlo, en el temor al abandono de José al enterarse de su embarazo sobrenatural, en el egoísmo por su cuerpo afectado por el embarazo y lactancia, en su bienestar propio antes de en criar un niño tan especial.
No pensó en las circunstancias, en la dificultad, ni en lo que pensarían los que la rodeaban.
Pero su único enfoque estuvo en Dios, si él era capaz de hacer ese milagro seguro se encargaría del resto al fin de al cabo se trataba del hijo de Dios.
Lucas 1:38 ―Aquí tienes a la sierva del Señor —contestó María—. Que él haga conmigo como me has dicho.
¿Serias capaz de decirle algo así a Dios, sin siquiera saber lo que podría venir?
¿Confías tanto en Dios?
Pienso en José, la biblia expresa poco de él, de edad mediana dispuesto a sentar cabeza, con todas las ilusiones que seguramente tú tienes ahora de formar una familia y al enterarse del embarazo de María, seguramente creyó haber sido traicionado por ella, y ¿Si él se hubiera enfocado solo en él?
Si hubiera armado un espectáculo y desacreditado públicamente a María, pero en realidad no pensó en el mismo, ni en su enojo, ni en su reputación, ni en su hombría o la ilusión de desposar a una
esposa virgen, pensó antes en ella y en la criatura.
Mateo 1:19 José, su futuro esposo, era un hombre recto y no quería que ella fuera avergonzada en público. Así que hizo planes en secreto para romper el compromiso de matrimonio. 
Y luego el ángel se le aparece y le explica lo ocurrido, seguramente María le había explicado ya, pero resultaba demasiado increíble, así que Dios obra de forma sobrenatural y es allí cuando él cree, cree en Dios y obedece, al decidir criar a ese niño divino y ser un padre terrenal para él.
Y entonces su enfoque está en Dios, y no en el problema, ni en el que dirán.


¿Creen que la historia de fe de ambos acaba allí? No soy madre, pero he visto a muchas familias en tiempos de crisis, de cualquier tipo: económicas, de pareja, por la crianza de los hijos, por los proyectos o metas. ¿Y solo me pregunto cómo lo lograron?
¿Qué creen que hizo que esta familia funcionara correctamente a cada paso?
Me los imagino huyendo a Egipto para preservar la vida del Dios bebe, dejando atrás todo lo que tenían y conocían, por un bebé que no era suyo.
Pero es que el enfoque siempre estaba en la persona correcta, en Dios.


De Jesús todos conocemos…
Filipenses 2:6-7 (PDT) 6 Él era como Dios en todo sentido, pero no se aprovechó de ser igual a Dios. 7 Al contrario, él se quitó ese honor, aceptó hacerse un siervo y nacer como un ser humano.
Al vivir como hombre,
Me imagino si Jesús hubiera sido un drama King, como muchos de nosotros lo somos, y se hubiera enfocado solo en la traición, en el dolor, en el maltrato que recibiría.
Pero el vio todo desde una perspectiva diferente. Pensó en ti, si estás leyendo este mensaje y no se te erizo la piel, enfócate más en El, en entender que Dios que pudo haber vivido eternamente en soledad, feliz, que pudo crear y destruir a su antojo, pero decidió crear un ser parecido a él, una obra maestra (si, de nuevo me refiero a ti) para, contra toda lógica racional, compartir una eternidad en amor mutuo (Si yo fuera Dios hubiera creado una generación de esclavos que siguieran mis deseos hasta lo más mínimo, gracias a Dios que no lo soy, mi enfoque está en mi). Su enfoque está en El y eso es lo menos egoísta que puede existir, porque él es Amor y al estar enfocado en sí mismo, es decir en ser una fuente de amor constante, resulta natural crear sujetos en donde vaciar su inagotable amor. Nosotros.
Me imagino a María al pie de la cruz, perdiendo a su hijo querido. Si hay una sola persona en todo el planeta que hubiera preferido sufrir ella misma el dolor que pasó Jesús, esa era ella.
Posiblemente en ese momento en su corazón pudo haber una sombra de duda, ¿valió la pena pasar por todo esto?, ¿Toda una vida considerada una mujer de reputación indecorosa?, ¿valió la pena dejarlo todo atrás? ¿Quién no ha dudado alguna vez en su vida si vale la pena hacer el bien? Pero el enfoque de María nunca dejo de ser Dios, y ¡por supuesto que valió la pena!, me imagino todos los recuerdos que pasaron por su mente, que hacían que, el dolor de ese momento valiera la pena, toda una vida de compartir abrazos y palabra afectuosas con su hijo que ahora agonizaba, ella sabía que era amada por ese hombre en la cruz, por Dios que una vez más, como tantas veces mientras crecía le mostraba su amor de esa manera tan poco ortodoxa y valía la pena padecer tanto dolor, por ese amor. Ella confiaba en su amor.
Me imagino que pudo haber pasado por su mente al enterarse que Jesús resucitó, me pregunto si lo vio, la biblia no registra si se reencontraron, pero supongo que no era necesario, ella finalmente entendió en su corazón que Jesús nunca le perteneció a ella, le pertenecía al mundo, que ninguna vida aun la de los justos, está destinada a ser libre de problemas, si no que en medio de las circunstancias difíciles podemos conocer más a Dios, conocer más de su amor, de un amor que es capaz de darse a sí mismo por entero.

¿Cómo lo logró?

Su enfoque nunca estuvo en ella misma, siempre estuvo en Dios y en saber que El conoce mejor que nosotros mismos, lo que más nos conviene.


¿Así que, dónde está tu enfoque? Deja de enfocar tu mirada en cómo te sientes, en lo que anhelas, en tus circunstancias, en temor a cosas que tal vez nunca ocurran, o en otras personas que seguro te van a fallar, enfócate en Jesús y te aseguro que tu fe será renovada, encontrarás las fuerzas que necesitas para seguir adelante y dejarás de pensar solo en cambiar exteriormente, necesitamos cambios más profundos que un cambio de apariencia necesitamos cambiar la perspectiva con la vemos el mundo, un mundo que, aunque es amado no se siente amado, un mundo creado para ser acepto en Dios, mediante la obra de renovación de su Espíritu Santo.
Cambia tu enfoque acéptate a ti misma, tal como eres, creación divina, formada en amor y por amor, y ama este mundo. Muéstrale al mundo con tus acciones que su creador le Ama.
¿Como? Enfócate solo en el a cada paso y nunca en tus sentimientos o circunstancias.

Hebreos 12:2 (TLA) 2 Pongamos toda nuestra atención en Jesús, pues de él viene nuestra confianza, y es él quien hace que confiemos cada vez más y mejor. Jesús soportó la vergüenza de morir clavado en una cruz porque sabía que, después de tanto sufrimiento, sería muy feliz. Y ahora se ha sentado a la derecha del trono de Dios.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Vivir Coram Deo

Cuando Dios Habla

¿Estás esperando un milagro?