¿Estás esperando un milagro?

Para vos, ¿qué es un milagro?
Creo que la definición más común es "algún suceso que parece imposible". Que gane tu equipo favorito, que te encuentres en la calle dinero, que el/la baby te haga caso… ¿dirías que esos son milagros? Sucesos aparentemente imposibles, pero que de cierta manera, tenemos esperanza de que sucedan.
O tal vez, para vos un milagro sería tener ese viaje soñado, encontrar trabajo, esa beca en el extranjero, que algún familiar sane de una enfermedad grave, dejar una adicción, salir de una depresión, que los pleitos en casa acaben, tener ese bebe que tanto anhela, vos nombralo. Todos deseamos o necesitamos un milagro distinto. ¿O habrá un milagro en común para todos?

Soy una persona que suele cuestionar todo. Así que, un día le pregunté a un amigo:
"¿Qué es un milagro para vos? ¿Cómo lo definirías?" A lo que él respondió: "Un milagro es un regalo."

No me esperaba esa respuesta. Y a decir verdad, no despejo mi duda en ese momento. Pero esas palabras resonaron en mi cabeza durante meses.

"Un milagro es un regalo…"

Tal vez ese milagro es algo que necesitas con urgencia, para salir de un apuro o salir adelante. ¿Acaso no se siente increíble cuando dan en el blanco y te dan algo que necesitabas? Pero, ¿y si te regalan algo que no esperabas y luego descubrís que es algo que siempre necesitaste?

No se cual sea tu situación, el milagro que esperas o el regalo que necesites, pero hoy te quiero contar sobre el milagro más grande en la historia de la humanidad; aquello que nadie se esperaba o que parecía imposible.

"Entonces la Palabra se hizo hombre y vino a habitar entre nosotros. Estaba lleno de amor inagotable y fidelidad. Y hemos visto su gloria, la gloria del único Hijo del Padre."
Juan 1:14 NTV

"Un milagro es un regalo." Aquí lo comprendí. Jesús, el Hijo de Dios es el milagro más grande; es el regalo más grande.

En lo personal, los milagros que he necesitado han sido por situaciones adversas que muchas veces yo provoqué. No merecía el milagro; no merecía un regalo asa. Y me podrás decir: "Pero, Gaby, no hice nada malo para merecer esta enfermedad, no tengo la culpa de que mi papá sea un alcohólico, no elegí entrar en una depresión. He sido buen(a) estudiante/empleado, no es justo que no encuentre trabajo. Mi mamá ha sido abnegada, no merece estar sufriendo con "X" enfermedad."

Si. No puedo discutir ninguna de esas u otras circunstancias, y no puedo explicar el porqué de ellas. No quiero minimizarlas tampoco, pero hoy quiero decirte que el milagro más grande vino para resolver tu problema más grande (y el mío también).

"Cuando Adán pecó, el pecado entró en el mundo." Romanos 5:12
"Adán hizo que la muerte reinara sobre muchos." Romanos 5:17

La muerte es nuestro mayor problema. La muerte espiritual, la separación del hombre y de Dios que se creó por causa del pecado; muerte espiritual que trajo muerte física; muerte que nos quita la vida eterna que Dios planeó que compartiéramos junto a Él.

Yo misma me cuestiono esto: "No es justo que por un hombre pagaran todos. Yo no elegí esta vida. No elegí nacer para ser llamada 'pecadora'. No es justo, yo no hice nada. Fue Adán, ¿no?"

Pero mucho más injusto fue que por millones y millones pagara uno solo. Un hombre, si, un hombre, pagó por tus pecados, los míos y los de todas las generaciones. Por medio de un hombre entró el pecado, y por medio de otro hombre tenía que ser pagado. El milagro más grande es que Jesús, que era uno con Dios Padre desde antes que existiera el tiempo, se haya hecho hombre para pagar ese precio y darte el regalo más grande: el perdón de tus pecados y la vida eterna cuando crees en El y lo aceptas como tu Señor y Salvador.

Dios es un Dios de milagros, es un Dios que ama dar regalos. Dio a su Hijo (Juan 3:16) y anhela hacer/darte muchos más regalos en tu vida.

Si ya aceptaste a Jesús y estas pidiéndole y confiando por un milagro, te invito a que recuerdes que Jesús es el milagro más grande y éste sostiene tu vida. Ruego que su amor, paz y fe (que también son milagros) inunden tu vida.

Y si no lo has hecho, ruego porque Dios te conceda el milagro de la fe, que solo Él puede dar, y te abra los ojos al milagro más grande.

Una vez leí una frase que decía "puedes vivir como si nada en esta vida fuera un milagro, o como si todo lo fuera." Cada día lo compruebo más.

Jesús te hace una invitación. Te dice: "ven y mira lo que he hecho."
Hizo el milagro más grande, pero eso no le impide hacer muchos más en tu vida.

La invitación está hecha. Ven, ¿Qué esperas, un milagro?

Él ya lo hizo.

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